martes, 25 de febrero de 2014

¡Un Big Mac, por favor!

Tras la puesta en escena de la propuesta que ha hecho Jeremy Scott para Moschino en la última fashion week de Milán, podríamos entrar a una tienda de la marca pidiendo un Big Mac y una Coke tamaño XXL. Basándose en la comida rápida, el nuevo director creativo, ha hecho que esté en boca de todos su debut para la marca. En su día, Vogue tachó en una de sus páginas la ropa de Jeremy Scott como “ ropa extraña que nadie se pondría”. Calló bocas con la colección ready-to-wear primavera/verano del 2000. Una ingeniosa combinación entre la mujer trabajadora de los 80, el lujo sencillo y el sexismo femenino.

Pero Jeremy siempre será Jeremy. Diseñador ecléctico y amante de la cultura pop ha intentado crear un desfile que llevara su propio sello de identidad. Un hombre cosmopolita que ha intentado reinventar la marca y volver a ponerla en el candelero. Con una inspiración más Andy Warhol que con la vista en su antecesor arrrancó los aplausos del front row y ha ganado nuevas adictas, y espero que Anna Dello Russo sea una de ellas.

Pero, si echamos la vista atrás, podríamos haber anticipado cuál sería la vía de escape en este desfile. Las gafas de Mickey Mouse que Lady Gaga sacó a la luz fueron diseño suyo, así como el vestido confeccionado con carne. Las campañas que hizo para Adidas tampoco estaban muy alejadas de piezas extravagantes y muy diferentes a las que se tenía acostumbrados a las clientes. 

Made in USA y una oda a la comida rápida, así describiría este desfile. Diseñador polémico y atravido donde los haya espero que no pare de sorprendernos en este nuevo proyecto que ya ha tenido su pistoletazo de salida.




Fotos: Getty Images

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